Arte, mente y cerebro. Un aproximación cognitiva hacia la creatividad.
Ensayo de Howard Gardner?
Esta obra es el fruto del sostenido interés del autor por los procesos de la creatividad humana, en particular tal como se manifiestan en las artes. Puede decirse que es fundamentalmente una reacción contra el excesivo énfasis que los psicólogos contemporáneos ponen en el aspecto cognitivo -aunque reconociendo ampliamente las aportaciones de este enfoque-, descuidando la personalidad, las emociones y el contexto cultural en el que necesariamente se desenvuelven los procesos mentales.
El autor destaca la importancia de explorar el dominio artístico especialmente en relación con el lenguaje, desde una amplia gama de perspectivas – Ernst Cassirer?, Sussane Langer?, Neil Goodman?, Noam Chomsky?, Claude Levi Strauss?, Ernst Gombrich? -. En efecto, cada uno de esos eminentes autores trata los misterios de la creación artística, señalando que encierran la promesa de arrojar luz sobre una porción distinta del enigma total. Por eso en la obra se estudian los componentes de la producción y el domino artísticos desde numerosos puntos de vista: el del niño normal, el niño dotado, el niño con síntomas patológicos, el adulto normal, el adulto con lesión cerebral, el individuo procedente de un contexto cultural distinto y el del artista en la cúspide de su capacidad. (Cubierta trasera)
(Es a su vez fragmento de un libro de Sussane Langer?)
El verdadero poder de la música radica en el hecho de que puede ser fiel a la vida de los sentimientos de un modo en que el lenguaje no puede serlo, pues sus formas significantes poseen esa ambivalencia de contenido que no pueden tener las palabras [...] La música es reveladora allí donde las palabras son oscuras, porque puede tener no solo un contenido sino un juego transitorio de contenidos. Puede articular sentimientos sin atarse a ellos [...] La atribución de significados es un juego cambiante, caleidoscópico, probablemente debajo del nivel de la conciencia y sin duda fuera de los límites del pensamiento discursivo. La imaginación que responde a la música es personal, asociativa y lógica, teñida de afecto, de ritmo corporal y de ensueño, pero comprometida con un caudal de formulaciones para su caudal de conocimiento no verbal, o sea que todo su conocimiento de la experiencia personal y orgánica, del impulso vital, el equilibrio, el conflicto, los modos de vivir y morir y sentir. Dado que ninguna atribución de significado es convencional, ninguna es permanente más allá del sonido que pasa; pero la breve asociación fue un destello de comprensión. Su efecto perdurable es, como el primer efecto del habla sobre el desarrollo de la mente, el de hacer que las cosas resulten creíbles, más que el de acumular proposiciones. (capítulo 5, página 88)
Existe un evidente paralelismo entre las capacidades artísticas de los niños en edad preescolar y la de los artistas adultos, que en la mayoría de los casos parece truncarse cuando el niño crece. ¿Porqué ocurre esto? ¿Es realmente arte lo que producen los niños pequeños o sólo es algo que parece arte?
Es de importancia fundamental descubrir en los niños talentos precoces en la niñez, pues en este momento están ansiosos por recibir educaión artística, y más importante aún haber alcanzado cierta competencia al llegar a la adolescencia, pues esto suele ser determinante para que le sigan dedicando más energía o quizás toda su vida