Arte, mente y cerebro
Ensayo de Howard Gardner?
(Es a su vez fragmento de un libro de Sussane Langer?)
El verdadero poder de la música radica en el hecho de que puede ser fiel a la vida de los sentimientos de un modo en que el lenguaje no puede serlo, pues sus formas significantes poseen esa ambivalencia de contenido que no pueden tener las palabras [...] La música es reveladora allí donde las palabras son oscuras, porque puede tener no solo un contenido sino un juego transitorio de contenidos. Puede articular sentimientos sin atarse a ellos [...] La atribución de significados es un juego cambiante, caleidoscópico, probablemente debajo del nivel de la conciencia y sin duda fuera de los límites del pensamiento discursivo. La imaginación que responde a la música es personal, asociativa y lógica, teñida de afecto, de ritmo corporal y de ensueño, pero comprometida con un caudal de formulaciones para su caudal de conocimiento no verbal, o sea que todo su conocimiento de la experiencia personal y orgánica, del impulso vital, el equilibrio, el conflicto, los modos de vivir y morir y sentir. Dado que ninguna atribución de significado es convencional, ninguna es permanente más allá del sonido que pasa; pero la breve asociación fue un destello de comprensión. Su efecto perdurable es, como el primer efecto del habla sobre el desarrollo de la mente, el de hacer que las cosas resulten creíbles, más que el de acumular proposiciones. (página 88)