Receta para una cena de navidad
Del año que ahora acaba, tome unos cuantos meses enteros. Elimine de ellos la amargura, los rumores, los odios y los celos hasta dejarlos tan limpios como le sea posible.
Corte cada mes en unas 30 porciones. Las partes menos nobles cuézalas añadiendo partes iguales de esperanza, solidaridad, bondad y comprensión. Cuando estén bien blandas introdúzcalas en la batidora aromatizando la mezcla con una parte de meditación, dos de comprensión y tres de buenos propósitos. Aparte esta salsa para más adelante.
Las mejores porciones que obtuvo al desgranar los meses (una parte de coraje, una de trabajo, una de constancia, una de paciencia…), póngalas en un gran recipiente untado con amor y cocínelas en el horno a fuego muy muy lento.
Añada la salsa que antes apartamos y cocínelo con el máximo entusiasmo. Sazone la mezcla con bastante buen humor, sin olvidar que en toda receta hace bien un chorrito de locura.
Decórelo con algunas sonrisas y sírvalo con calma, generosidad y alegría.
... y listo!
Como hemos utilizado grandes cantidades de todos los ingredientes, sobrará parte de este manjar por muchos comensales que vengan a la mesa. Si conservamos el sobrante en la zona más profunda del corazón podrá consumirse en cualquier ocasión que se presente a lo largo de todo el año…