Amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende. Hay una serie de pautas que es preciso cumplir con rigor para lograrlo de manera completa.
Te damos las cinco reglas de oro para ser eficiente si estás en este plan.
1. CRÉATE PROBLEMAS. Si no tienes bastante con los tuyos, asume los de los demás. Llena tu vida de complicaciones reales o ficticias, y procura dar mucha importancia a los sucesos negativos centrandote exclusivamente en ellos.
2. TÚ TIENES LA RAZÓN. Las cosas son blancas o negras y sólo existe una verdad absoluta: la tuya. Rechaza por norma lo que te digan los demás, incluso cuando te pueda aportar algo positivo.
3. VIVA LA OBSESIÓN. Elige algo que se te haya quedado marcado, y repítelo en tu mente una y otra vez, hasta que sólo vivas para pensar en eso.
4. PIENSA SÓLO EN EL FUTURO. Aplaza los placeres y la alegría centrándote solo en el futuro. Disfrutar el presente es de incautos. Confórmate con lo malo conocido y no pruebes lo bueno por conocer. Tortúrate pensando en todo lo malo que te podría ocurrir dentro de unos años.
5. NUNCA TE PERDONES. Si es difícil perdonar a los demás, perdonarse a uno mismo es mucho más complicado, además de inadmisible. No te esfuerces en conseguirlo. Piensa que tú eres el único responsable de lo que te ocurre, y jamás creas que hay situaciones que escapan a tu control.