Mi reacción fue un poco diferente. Yo seguí esperando por las otras preguntas que la NSF debió haber preguntado, pero nunca las hizo. Tuve mi oportunidad unas pocas semanas después luego de dar una charla en UCLA. Pregunté a algunos estudiantes de último año, a algunos estudiantes de primer año de maestría y a algunos profesores, las mismas preguntas acerca de las estaciones y las fases de la Luna y obtuve resultados similares: cerca del 95% dio explicaciones con fallas, en un sentido similares a las dadas por los estudiantes y profesores de Harvard. Pero, ahora yo pude plantear las siguientes preguntas. A aquellos que no entendían las estaciones, yo pregunté si ellos sabían qué estación era en Sudamérica y Australia cuando era verano en Norteamérica. Todos ellos sabían que era invierno. A aquellos que no comprendían las fases de la Luna, les pregunté si ellos habían visto la Luna y el Sol en el cielo al mismo tiempo. Todos ellos lo habían hecho. Lentamente, y solo en algunos, les vi lidiar consigo mismos para darse cuenta que el tener estaciones opuestas en hemisferios diferentes no podía ser compatible con su teoría de «verano por cercanía al sol, y que el Sol y la Luna en el cielo juntos no podía ser compatible con su teoría de las fases de la Luna porque la Tierra bloquea los rayos del Sol.
Para mí la NSF se equivocó de enfoque. Ellos pensaban que estaban descubriendo un problema de ciencias, pero, hay miles de «hechos científicos y ningún científico los conoce todos; deberíamos estar agradecidos que los estudiantes de Harvard y UCLA no «sabían la respuesta. Lo que realmente debe descubrirse es un tipo de «problema matemático, un problema de pensamiento y aprendizaje que es mucho más serio.
¿Por qué más serio? Porque los estudiantes y profesores de UCLA (y sus contrapartes en Harvard) sabían algo que contradecía las teorías que ellos trataban de articular y ninguno de ellos sacó a relucir este conocimiento contradictorio para decir, hey, esperen un minuto . . . !" De alguna forma, ellos «sabían acerca de las estaciones opuestas y ellos habían visto el Sol y la Luna al mismo tiempo, pero, ellos «no sabían en ningún sentido operativo como extraer esto de sus memorias al pensar acerca de tópicos relacionados. Sus saberes estaban aislados en lugar de estar alineados para enfrentarse constantemente con ideas nuevas mientras estas eran formadas y consideradas.
El mejor escenario aquí (para la computación y la ciencia, las matemáticas, la literatura, las artes y la música) es que las escuelas lleguen a saber con claridad que no saben. Ellas son la gente ciega que trata de descubrir al elefante al tanteo, y luego tratan de encontrar estrategias que ayuden gradualmente a revelar al elefante. Esto es lo que profesionales de primera clase en sus campos hacen. Encontramos a Rudolph Serkin llorando a sus 75 años al aceptar la medalla Beethoven, y diciendo no me lo merezco con convicción. Encontramos al físico ganador del Nobel Richard Feynmann contándoles a sus alumnos de su clase de física en Caltech cuánto él simplemente no entiende de física, especialmente en su especialidad. No podemos aprender a ver hasta que nos damos cuenta que estamos ciegos.
La razón es que entender (como la civilidad, la música, la ciencia y un millar de otros grandes empeños) no es un estado de ser sino una manera de viajar. Y el objetivo principal de ayudar a niños a aprender es el encontrar maneras para mostrarles el gran camino que no tiene destino final y una manera de viajar en la cual el viaje sea en sí mismo la recompensa.