Viajeros: David Sampedro y Juanan Ruiz
En un principio ibamos a ser diez personas, nosotros dos y ocho más del club alcalareño, pero las previsiones de mal tiempo les hicieron desistir del intento, y allá que fuimos dos descerebrados a probar suerte con el pico más alto de la península, el Mulhacén.
La ruta más típica hacia el Mulhacen pasa por el refugio de Poqueiras, a 2500 metros de altura. Normalmente se llega a este refugio desde los pueblos más altos de la Alpujarra: Trevelez o Capileira, y hacia este último pusimos rumbo.
Salimos de Sevilla un poco tarde, sobre las 9:30 de la mañana, tras pasar por la oficina de información de Pampaneira llegamos con el coche a la central eléctrica de Capileira sobre las 14:00. El camino que tomamos desde allí, suele recibir el nombre del “Camino de las acequias” por atravesar dos acequias arabes, la alta y la baja. Al principio tiene una fuerte subida y luego transcurre todo el tiempo por el barranco del río Poqueiras al que atraviesa en varias ocasiones. Finalmente llegamos al “Cortijo de las Tomas”, de donde sale el sendero que llega hasta el refugio, la hora tan avanzada y la niebla que empezaba a bajar por el barranco nos hicieron apretar el paso por lo que finalmente llegamos al refugio sobre las cinco de la tarde chorreando de sudor, ¡que alegría!.
Tras cambiarnos de ropa y encender la chimenea el refugio, antes completamente desierto, comenzó a tomar vida. Llegaron tres montañeros más de Sevilla: Manuel Calvo, Juan Calvo y Juan Manuel, ellos habían subido por la acequia alta, pero se habían tomado el camino con más calma. Aparecieron también los guardas del refugio y luego llegaron dos montañeros más, una chica argentina que vive en Sevilla y un sevillano. La cena estupenda y calentita nos ha hecho resucitar. El sueño comienza a hacer estragos, mañana dan mal tiempo, a ver que podemos hacer.