El “fluir” es un estado mental y físico que alcanzamos cuando nos implicamos de tal forma en una actividad que perdemos la noción del tiempo y del espacio. La capacidad de entrar en flujo ha sido utilizada a lo largo de la historia por muchas culturas, pensemos en el yoga o en el zen, influye de manera poderosa en el grado de felicidad que siente una persona. La buena noticia es que el estado de flujo puede alcanzarse siguiendo unos pasos determinados y manteniendo una actitud mental adecuada. Además el flujo no sólo se da en situaciones especiales como la meditación o el deporte sino en cualquier faceta de nuestra vida, como barrer, hacer la comida o reparando la tostadora, también son conocidos los casos de personas que han alcanzado estados de flujo en condiciones realmente adversas.
Personalmente, la idea de “fluir”, me ha hecho más consciente de la importancia de mantener una actitud positiva y creativa en todo lo que hago a lo largo del día. También me ha animado a valorar y afrontar los retos inherentes a situaciones que a menudo me parecen adversas o molestas. Pero el fluir no se detiene ahí, además nos anima a darle un sentido de flujo a nuestra vida entera, definiendo claramente cuales son nuestras metas tanto a corto como a largo plazo.
Quien más ha investigado en esto del fluir es el profesor Mihaly Csikszentmihalyi, autor de numerosos estudios y libros sobre el concepto de Fluir, cuya lectura recomiendo vivamente.
Las principales características fenomenológicas que definen la situación de flujo, son:
1. Situación de reto o desafío: Equilibrio desafios/habilidades
2. Concentración: combinar acción y conciencia
3. Metas claras
4. Retroalimentación inmediata
5. Olvidarse del resto
6. Sentimiento de control
7. Se diluye la personalidad: despreocupación sobre uno mismo.
Lets take a look at the progression from starting a task to entering a flow-state, and see where we can help:
Flow: What's worth living for? – Rob Jellinghaus.
Reaching ‘flow’ to optimize work and play
Aprendiendo A Fluir