Una niña camina con su madre. Ve una irisada mancha de aceite en la calle, una hoja jugando con el viento; un misterioso mosaico de piedras, un charco rebosante de nubes, un perro que sonrie, un gato que ahnela una caricia, una hormigonera parlanchina, un simpático petirrojo. ¿Que viste tú?
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Caminaré por la belleza durante todo el día Andaré a lo largo de las estaciones caminaré por el sendero marcado por el polén con saltamontes entre mis pies con el rocío alrededor de mis pisadas, caminaré por la belleza
| Llevad la buena noticia a todo ser que respira y decidles que la paz está dentro de sus vidas |
Cuando caminas por el campo con la mente pura y santa; de todas las piedras, de todos los seres que crecen y de todos los animales saltan las chispas de su alma que se prenden en ti, entonces se purifican y se convierten en fuego sagrado en ti. Dicho Hassidi | |
Usted perdone, le dijo un pez a otro, es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá usted ayudarme digame: donde esta el Oceano? He buscado por todas partes sin resultado, El Oceano, respondió el viejo pez es donde estás ahora mismo. ¿Esto? Pero si esto no es más que agua... lo que yo busco es el Oceano, replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte... | |
Vuestros hijos no son hijos vuestros, son los hijos y las hijas de la Vida, deseosa de sí misma. Vienen a través vuestros pero no vienen de vosotros. Y, aunque están con vosotros no os pertenecen. Podéis darle vuestro amor, pero no vuestros pensamientos. Porque ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis albergar sus cuerpos pero no sus almas. Porque sus almas habitan en la casa del mañana que vosotros no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
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