Organización? – Otra reseña
Me ha encantado este artículo publicado en http://mastiempo.wordpress.com/2007/08/21/a-mas-como-menos-por-que/
A más cómo, menos por qué
Publicado 21/08/07
Uno de los libros más fascinantes que he leído en los últimos 13 meses es “A más cómo, menos por qué” de Jorge Wagensberg. Lo compré en la tienda de una estación de tren en julio de 2006, por la pura atracción de su título. El autor es doctor en física y la obra se recoge en la colección Metatemas (”libros para pensar la ciencia)” de Tusquets: sumando ambos datos al sugerente título, ya había caído en la pura fascinación, que no hizo sino aumentar con la lectura. 747 aforismos sobre la verdad, el gozo, la palabra, los números, lo humano… y un epílogo con prólogo propio (genial, circular, casi perfecto) al que siguen nueve reflexiones y que termina con “Aproximación a una copa de vino tinto”.
¿Y qué tiene que ver con la organización personal?
A parte de unos cuantos aforismos que acarician tangencialmente el tema (”262. El peso de un intervalo de tiempo no se mide por su duración, sino por la cantidad de cambio ocurrido durante el mismo”), el propio título me dio para pensar y experimentar con mi vida largamente acerca de la importancia relativa (inversamente proporcional) de los cómos y los porqués.
Reflexiones: a la hora de organizar nuestra vida, buena parte de los bloqueos suceden cuando nos preguntamos cómo hacer las cosas, y la mayoría de ellos se resuelven cuando nos cuestionamos su porqué.
Casos ejemplares:
Caso real (no relacionado directamente con el tema, pero es interesante a la par que divertido): Desde que empecé a experimentar con el “más por qué”, mis discusiones de pareja han mejorado notablemente. Ante una disparidad de pareceres, antes de enzarzarme en una cháchara interminable o una escalada decibelios, borro de mi mente todos los cómos (cómo ha podido hacerme esto, cómo hemos llegado a este punto, cómo quieres que me lo tome, cómo no te has dado cuenta…) y empiezo a plantearme porqués (por qué me merece la pena esta discusión, por qué pretendo que cambie, por qué poderosa razón dejaría que este desacuerdo desemboque en algo más profundo…). Casi siempre acabo riéndome y pasando de discutir. Vamos, que me hace ganar mucho tiempo y energía. He ahí la relación.
Genial tu comentario del libro, sospecho que supera al propio libro pero intentaré hacerme con él. Tal como tú lo planteas tendrías que haber titulado el artículo: «A más porqué menos comos» y creo que das en la tecla de algo que nos pasa a todos los que somos inquietos y mentalmente hiperactivos. En serio, su lectura ha supuesto para mi una especie de iluminación.
Gracias, Juanan, y bienvenido. Efectivamente, la hiperactividad mental y la inquietud son los campos de cultivo preferidos por los “cómos”. Por el contrario, los porqués crecen más cómodamente en la serenidad y la distancia emocional. Elegir un solo terreno trae problemas:
– demasiado tiempo en el cómo: ansiedad, comenzar mucho y terminar poco, picotear en mil proyectos y perseguir pocos objetivos…
– demasiado tiempo en el porqué: ensoñación, postergación, idear muchas cosas y comenzar pocas…
Para algunos, la virtud, como decía Aristóteles, está en el punto medio. Pero cabe otra posibilidad: saltar de un lado a otro en función de lo que exige el momento, con pasión e intensidad en ambos casos. Nunca nada a medias.